Se encuentran en manifestación y hacen guerra de consignas; jóvenes 'clausuran' simbólicamente un templo.
Carlos García, corresponsal
Publicado: 20/03/2011 15:27
Publicado: 20/03/2011 15:27
León, Gto. Frente el templo Expiatorio, una marcha de 300 católicos que rezaban contra el aborto se topó de frente contra un grupo de jóvenes que defienden la diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos.
Integrantes de organizaciones como el colectivo León Gay clausuró el templo expiatorio por ser un recinto donde se promueve la homofobia y se busca limitar el derecho que tienen las personas del mismo sexo a casarse y adoptar hijos.
En contraste, pancartas con frases “el aborto no es legal, es mortal”, imágenes religiosas, crucifijos, rosarios decenas de personas acudieron a la convocatoria de la Iglesia católica de marchar y protestar contra la interrupción del embarazo.
El choque ideológico fue inevitable, el sí a la vida y no al aborto se encontró de frente a un Dios me ama como soy, ama a los Gays.
Jóvenes católicos extendieron una manta a lo largo de la calle Madero para evitar que el grupo contrario pudiera mostrar sus pancartas. Se desató una guerra de coros: “Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey”, al mismo tiempo se escuchaba un: “La mitad del cielo es para los homosexuales, también somos hijos de Dios”.
La procesión contra el aborto concluyó en el templo Expiatorio donde el sacerdorte Ubaldo García –quien convocó a la marcha– ofició una misa para pedir por lo no nacidos, en la reja de acceso se colocó una pancarta con la frase: “Clausurado por homofobia”.
Respeto a la ley
La iglesia católica debe acatar las disposiciones de la Ley de Asociaciones Religiosas y Cultos y no promover manifestaciones para difundir su ideología que va contra la diversidad sexual y el derecho que tienen las mujeres de interrumpir un embarazo, sostuvo el dirigente del Colectivo León Gay, Fidel Negrete Vázquez.
“No se debe permitir este tipo de manifestaciones convocadas por la Iglesia, la Iglesia sólo puede trabajar en sus templos y no dentro de nuestras vidas”, afirmó.
Agregó que los jerarcas católicos deben dejar de meterse en cuestiones políticas e intentar frenar derechos que se han logrado plasmar en ley.
“Esta manifestación es una forma de decir, ya basta de represión, ya basta de que se metan en nuestras vidas, creo que León es un municipio importante donde se tiene que abrir la conciencia en un estado católico, cerrado y violador de derechos humanos”, dijo el activista.
Los católicos no realizaron una marcha, fue una procesión para pedirle a Dios que ayude al pueblo a defender la vida desde la concepción, incluso cuando el embrión es producto de una violación, sostuvo el coordinador auxiliar de la Pastoral para la Familia, Manuel Rodríguez Fraustro.
“No es correcto el aborto de una violación, porque finalmente es un ser humano y esa persona es inocente de lo que aconteció, las personas que sufrieron una violación es justicia y redención”, sostuvo el católico que en todo momento portó un crucifijo y un rosario en sus manos.
Los grupos de homosexuales tiene el derecho a manifestarse, pero no tienen derecho a imponer leyes que van contra el matrimonio entre un hombre y una mujer, concluyó.
Integrantes de organizaciones como el colectivo León Gay clausuró el templo expiatorio por ser un recinto donde se promueve la homofobia y se busca limitar el derecho que tienen las personas del mismo sexo a casarse y adoptar hijos.
En contraste, pancartas con frases “el aborto no es legal, es mortal”, imágenes religiosas, crucifijos, rosarios decenas de personas acudieron a la convocatoria de la Iglesia católica de marchar y protestar contra la interrupción del embarazo.
El choque ideológico fue inevitable, el sí a la vida y no al aborto se encontró de frente a un Dios me ama como soy, ama a los Gays.
Jóvenes católicos extendieron una manta a lo largo de la calle Madero para evitar que el grupo contrario pudiera mostrar sus pancartas. Se desató una guerra de coros: “Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey”, al mismo tiempo se escuchaba un: “La mitad del cielo es para los homosexuales, también somos hijos de Dios”.
La procesión contra el aborto concluyó en el templo Expiatorio donde el sacerdorte Ubaldo García –quien convocó a la marcha– ofició una misa para pedir por lo no nacidos, en la reja de acceso se colocó una pancarta con la frase: “Clausurado por homofobia”.
Respeto a la ley
La iglesia católica debe acatar las disposiciones de la Ley de Asociaciones Religiosas y Cultos y no promover manifestaciones para difundir su ideología que va contra la diversidad sexual y el derecho que tienen las mujeres de interrumpir un embarazo, sostuvo el dirigente del Colectivo León Gay, Fidel Negrete Vázquez.
“No se debe permitir este tipo de manifestaciones convocadas por la Iglesia, la Iglesia sólo puede trabajar en sus templos y no dentro de nuestras vidas”, afirmó.
Agregó que los jerarcas católicos deben dejar de meterse en cuestiones políticas e intentar frenar derechos que se han logrado plasmar en ley.
“Esta manifestación es una forma de decir, ya basta de represión, ya basta de que se metan en nuestras vidas, creo que León es un municipio importante donde se tiene que abrir la conciencia en un estado católico, cerrado y violador de derechos humanos”, dijo el activista.
Los católicos no realizaron una marcha, fue una procesión para pedirle a Dios que ayude al pueblo a defender la vida desde la concepción, incluso cuando el embrión es producto de una violación, sostuvo el coordinador auxiliar de la Pastoral para la Familia, Manuel Rodríguez Fraustro.
“No es correcto el aborto de una violación, porque finalmente es un ser humano y esa persona es inocente de lo que aconteció, las personas que sufrieron una violación es justicia y redención”, sostuvo el católico que en todo momento portó un crucifijo y un rosario en sus manos.
Los grupos de homosexuales tiene el derecho a manifestarse, pero no tienen derecho a imponer leyes que van contra el matrimonio entre un hombre y una mujer, concluyó.
El distrito de Khayelitsha, en Ciudad del Cabo.| Javier Brandoli