Imagina que estas frente a una gran escalera. Está junto a ti esa persona especial que es importante para ti y estáis fuertemente cogidos de la mano.

Mientras están en el mismo nivel todo está perfecto, se puede disfrutar el momento, pero de pronto, subes un escalón y la persona que te acompaña prefiere mantener el nivel inicial. Bueno, no pasa nada, de momento es fácil continuar cogidos de la mano, no hay problema.

Pero tú subes un escalón más y esa persona se niega a hacerlo de nuevo. Las manos comienzan a estirarse y ya no es tan cómodo como al principio. Continuas subiendo otro escalón más y la situación empieza a incomodar. A pesar de que quieres que esa persona suba contigo para no perderla, esta se niega.

Desafortunadamente para esa persona todavía no ha llegado el momento de subir de nivel, por lo que se mantiene en su posición inicial. Subes un escalón más y ahí es ya casi imposible seguir cogidos de la mano. Aunque te duele y estás sufriendo, tú lo intentas con todas tus fuerzas, pues no quieres perderla, pero tú ya no puedes y no quieres bajar de nivel.

En un nuevo intento de subir un escalón hacia arriba, viene lo inevitable, vuestras manos se separan. Y ahí eres consciente de que es muy difícil mantenerte unido. Puedes quedarte ahí, plantado, llorando e intentando convencer a esa persona que suba contigo, pero ésta de nuevo se niega.

Después de esa ruptura, nada es igual, así que por más doloroso y difícil que sea esa situación, entiendes que no puedes hacer más que seguir tu camino hacia arriba, avanzando y esperando a que algún día volváis a estar en el mismo nivel.

Llega un momento en tu escalera en que puedes quedarte sólo un tiempo. Te duele, pero luego conforme vas avanzando te vas encontrando en los posteriores niveles a personas maravillosas, más afines a ti, personas que gracias a su propio proceso están en el mismo nivel que tú. Tú sigues avanzando y ellos también.

Cuando comienzas tu camino de crecimiento interior, durante el camino pierdes muchas cosas, todo lo que ya no coincide con quien te estás convirtiendo.

Puedes pelearte con la vida entera, pero cuanto antes seas consciente del proceso, menos sufrirás. Debes ser consciente de que en esta vida no se puede forzar nada, debes continuar tu camino de forma individual, y aunque muchas veces creas que todo va mal, eso no es más que un síntoma de que algo mejor llegará en un futuro, en un nuevo escalón de esa escalera llamada VIDA.

No tengas miedo a subir por la escalera. No te quedes parado en un escalón lleno de dolor, apego y sufrimiento porque tienes miedo a lo desconocido. Sube la escalera. El camino está lleno de amor, comprensión y respeto absoluto. Te lo aseguro :)